Rayos Solares UV-B para Curar Psoriasis

Según el Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos, alrededor de 7,5 millones de estadounidenses sufren de psoriasis crónica, enfermedad auto inmune de la piel que causa la aparición de parches de piel irritada, escamosa y gruesa.  Algunas formas de psoriasis también se asocian con dolor en las articulaciones. La mayoría de los tratamientos médicos para la enfermedad a menudo son dolorosos y la calidad de vida del paciente disminuye demasiado.  Algunos deciden usar cortisona para controlar los síntomas. Pero ahora, una investigación publicada en la edición de agosto de Archives of Dermatology indica que hay una manera -sin farmacéuticos- para borrar y tal vez curar la enfermedad de manera natural: la exposición a la luz UV-B y la consecuente producción de Vitamina D.

Los rayos solares UV-B -por mucho tiempo intencional y erróneamente identificados como dañinos por quienes se enriquecen vendiendo bloqueadores solares, supuestamente porque causan cáncer, arrugas y manchas- en realidad promueven la salud al incrementar los niveles de vitamina D. Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de St. Vincent’s Hospital, en Dublín, Irlanda, ha encontrado que el tratamiento con rayos UV-B aumenta los niveles séricos de vitamina D durante el invierno y han demostrado que la exposición adecuada a terapia de luz UV-B puede eliminar la psoriasis. De hecho, el nuevo hallazgo es una poderosa evidencia de que la falta de la luz del sol, y la poca o nula producción de vitamina D contribuye con el desarrollo y empeoramiento de esta condición de la piel.

Los investigadores estudiaron a 30 pacientes consecutivos con psoriasis que fueron tratados con luz UV-B tres veces por semana entre octubre de 2008 y febrero de 2009. Los pacientes con psoriasis en la investigación se curaron de la enfermedad y sus concentraciones séricas de vitamina D (que se midieron antes del estudio, después de cuatro semanas de tratamiento y después que el tratamiento fue terminado) se compararon con 30 pacientes de control que también tenían psoriasis, pero quienes no tuvieron  ninguna terapia con rayos UV B. Los investigadores también evaluaron la gravedad de los síntomas de la psoriasis de los pacientes y su calidad de piel relacionada con la enfermedad antes y después del tratamiento.

Los resultados mostraron que los niveles de suero de 25-hidroxivitamina D, que se considera la medida más precisa de los niveles de vitamina D en el cuerpo, había aumentado significativamente entre las personas que recibieron terapia de radiación UV-B – pasando de alrededor de 23 nanogramos por mililitro a 59 nanogramos por mililitro al final del tratamiento. Sin embargo, no hubo ningún cambio en el grupo control.

“Al final del estudio, todos los pacientes en el grupo de tratamiento mostraron tener suficiente vitamina D, pero el 75 por ciento del grupo de control tenían insuficiencia de vitamina D”, escribieron los autores en su artículo. Es más, la condición de la piel del grupo de control no mejoró en absoluto. Y en el grupo tratado con luz UV-B, los pacientes vieron reducida la gravedad de la psoriasis  dramáticamente – de una medida de 7,1 al inicio del estudio a sólo 0,5 después de la terapia de luz UV-B.

Lo que esto significa para la mayoría de las personas es que la exposición moderada a la luz solar natural o en forma de terapia no solo aumenta los niveles de Vitamina D sino que previene y cura problemas de piel como la psoriasis.  La creencia que la luz solar es causante de cáncer es una invensión de la indústria farmacéutica para mantener dependientes a billones de personas.  NO es la exposición a luz solar lo que causa cáncer de piel, sino una combinación de factores que juntos tienen como consecuencia la aparición de cáncer de piel.  Entre estos factores está la pobre nutrición a la que se someten la mayoría de las personas junto con la exposición prolongada a la luz solar.  La muy conocida sensación de que la piel está quemándose -cuando las personas se exponen al sol- no es más que la reacción del cuerpo comunicando que no está recibiendo una nutrición adecuada y que el tiempo de exposición es mayor de lo que se necesita.

El uso de químicos como bloqueadores solares o bronceadores solo contribuye a la nula o poca absorción de luz solar que permitiría la producción de Vitamina D.  La combinación correcta es entonces la exposición moderada al sol, -entre 10 y 20 minutos diarios dependiendo de la pigmentación de la piel- dejar de usar bronceadores y bloqueadores y tener una nutrición adecuada según el tipo de metabolismo de la persona.  La producción de niveles adecuados de Vitamina D también beneficia en la absorción de calcio y por ende reduce y elimina problemas óseos como cáncer en los huesos y osteoporosis.

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www.psoriasis.org Inglés

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Xarope de Milho de Alta Frutose causa Câncer, Obesidade e danos no Fígado

Este ingrediente encontra-se em refrigerantes e muitos produtos processados

Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
Agosto 16, 2010

Dois novos estudos têm acrescentado mais preocupações sobre o xarope de milho, frutose (High Fructose Corn Syrup), que prejudica o corpo humano muito mais do teor de açúcar simples pode sugerir.

Bebidas como Coca Cola, Pepsi, e produtos como bolachas e doces contem este ingrediente.

O xarope de milho de alta frutose contém 55 por cento de frutose e glicose 45 por cento. Ao contrário do açúcar de mesa, (aka sacarose) contém uma lista de 50-50.

Em primeiro estudo, publicado na revista Pharmacology, Biochemistry and Behavior, os investigadores da universidade de Princeton descobriram que ratos de xarope de milho de alta frutose consumir ganharam mais peso e desenvolver fatores de risco cardiovascular que mais consome ratos quantidades equivalentes de sacarose.

“Alguns argumentaram que o xarope de milho de alta frutose é diferente de outros edulcorantes, em relação ao ganho de peso e obesidade, mas os resultados deixam claro que isso não é verdade”, disse o pesquisador Bart Hoebel.

Hoebel e seus colegas deram dois grupos de ratos a mesma dieta suplementada com uma das duas bebidas açucaradas. Esteve a beber uma solução de sacarose, em concentrações semelhantes às encontradas em muitas bebidas açucaradas. A outra foi em uma solução de xarope de milho da frutose elevada em cerca de metade da concentração de uma bebida típica macio. Os pesquisadores descobriram que os ratos consumindo a solução de xarope de milho aumentou significativamente mais peso do que os ratos que consumiram a solução de sacarose.

Em uma experiência de seguimento, os investigadores compararam as alterações metabólicas em ratos alimentados com ração apenas em ratos alimentados com uma solução de xarope de milho rico em frutose. Todos os ratos consumiram a mesma quantidade de calorias.

Após seis meses, os ratos no grupo de xarope de milho ganhou 48 por cento mais peso. Também aumentou a quantidade de gordura (principalmente no abdômen) e houve uma diminuição de circulação de triglicérides. Estas alterações são consistentes com a síndrome metabólica, um conjunto de sintomas que predispõem o homem a doenças cardiovasculares e diabetes.

Cada rato consumido xarope de milho de alta frutose se tornaram obesos. Em contraste, os ratos alimentados com uma dieta rica em gordura não se tornou como obesos.

Outro estudo, realizado por pesquisadores da Duke University, uma vez envolve o xarope de milho de alta frutose em um risco maior de dano hepático.

Pesquisas anteriores já sugeriram que grandes quantidades de frutose no fígado da mesma forma que o consumo excessivo de álcool gera complicações de saúde. Um outro estudo relacionado com xarope de milho de alta frutose especificamente causou o aparecimento de lesões para a doença hepática conhecida como esteatose hepática não alcoólica (NASH).

O novo estudo, publicado no Journal of Hepatology, descobriu que o xarope de milho, frutose elevada agravou os efeitos da NASH.

“Nós descobrimos que o aumento do consumo de xarope de milho da frutose elevada está associada com feridas do fígado … entre pacientes com NASH”, disse Manal pesquisador Abdelmalek.

Os pesquisadores analisaram as dietas e os fígados de 427 adultos com NASH e descobriu que 19 por cento deles consumiram bebidas contendo frutose. 52 por cento dos indivíduos consumiram entre um e seis porções de bebidas contendo frutose por semana, enquanto outros 29 por cento consumiram pelo menos uma porção por dia. O consumo da maioria dos pacientes frutose piorou o número ea gravidade das lesões do fígado.

“Nós identificamos um fator de risco que podem contribuir para a síndrome metabólica de resistência à insulina e as complicações da síndrome metabólica, incluindo danos ao fígado”, disse Abdelmalek.

Abdelmalek notar que Nash é um problema grave que é tratável e, em alguns casos pode levar ao câncer de fígado, insuficiência hepática e da necessidade de um transplante de fígado.

Os investigadores ainda não têm certeza porque o xarope de milho de alta frutose danifica o corpo mais do que o seu conteúdo de 5 por cento de frutose pode sugerir. É a hipótese de que os efeitos negativos provenientes de enormes quantidades em que eles consomem – o xarope de milho de alta frutose é encontrada em quase todos os alimentos processados.

Outros pesquisadores descobriram que as bebidas feitas com xarope de milho de alta frutose, contendo altos níveis de carbonilas reativas que podem danificar as células. Outros sugeriram que a frutose xarope de milho de alta frutose é quimicamente modificados e, portanto, estende o corpo mais livremente do que a frutose no açúcar de mesa.

Jarábe de Maíz Alto en Fructosa causa Obesidad y daña el Hígado

Bebidas gaseosas y muchos productos procesados contienen este ingrediente.  Muchos ni siquiera los identifican es sus etiquetas.

By Luis R. Miranda
The Real Agenda
Agosto 16, 2010

Dos nuevos estudios han añadido más motivos de preocupación sobre el jarabe de maíz alto en fructosa (High Fructose Corn Syrup) que perjudica mucho más al cuerpo humano de lo que su contenido en azúcar simple podría sugerir.

Bebidas como Coca Cola, Pepsi y productos como Galletas y dulces contienen Jarábe de Maíz alto en Fructosa.

Bebidas como Coca Cola, Pepsi y productos como Galletas y dulces contienen Jarábe de Maíz alto en Fructosa.

El jarabe de maíz alto en fructosa contiene 55 por ciento de fructuosa y 45 por ciento de glucosa. Por el contrario, el azúcar de mesa (también conocido como sacarosa) contiene una relación de 50-50.

En el primer estudio, publicado en la revista Farmacología, Bioquímica y Comportamiento, los investigadores de la Universidad de Princeton encontraron que las ratas que consumen jarabe de maíz de alta fructosa aumentaron más de peso y desarrollaron más factores de riesgo cardiovascular que las ratas que consumen cantidades equivalentes de sacarosa.

“Algunas personas han afirmado que el jarabe de maíz alto en fructosa no es diferente de otros edulcorantes en lo que respecta al aumento de peso y la obesidad, pero los resultados dejan claro que esto no es cierto”, dijo el investigador Bart Hoebel.

Hoebel y sus colegas dieron a dos grupos de ratas una dieta idéntica, complementada con una de dos bebidas azucaradas. Una bebida consistió en una solución de sacarosa en concentraciones similares a las que se encuentran en muchas bebidas azucaradas. La otra consistía en una solución de jarabe de maíz de alta fructosa en aproximadamente la mitad de la concentración de un refresco típico. Los investigadores encontraron que las ratas que consumen la solución de jarabe de maíz aumentaron de peso significativamente más que las ratas que consumieron la solución de sacarosa.

En un experimento de seguimiento, los investigadores compararon los cambios metabólicos en las ratas alimentadas con sólo rata chow con ratas alimentadas con una solución más jarabe de maíz alto en fructosa. Todas las ratas consumieron la misma cantidad de calorías.

Después de seis meses, las ratas en el grupo de jarabe de maíz habían ganado 48 por ciento más de peso. También aumentó la cantidad de grasa (especialmente en el abdomen) y hubo una disminución de los triglicéridos circulantes. Estos cambios son consistentes con el síndrome metabólico, un conjunto de síntomas que predisponen a los humanos a la enfermedad cardiovascular y la diabetes.

Cada ratón que consumió el jarabe de maíz alto en fructosa se volvió obeso. Por el contrario, las ratas alimentadas con una dieta alta en grasas no llegó a ser tan obesas.

Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Duke, una vez más implica el jarabe de maíz de alta fructosa en un mayor riesgo de daño hepático.
La investigación anterior ha sugerido que grandes cantidades de fructosa en el hígado del mismo modo que el consumo excesivo de alcohol crean complicaciones de salud. Otro estudio relacionado al jarabe de maíz alto en fructosa específicamente causó la aparición de heridas del hígado conocidas como enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHNA).

El nuevo estudio, publicado en el Diario de Hepatología, encuentró que el jarabe de maíz alto en fructosa empeoró los efectos de la EHNA.

“Encontramos que el aumento del consumo de jarabe de maíz de alta fructosa se asocia con cicatrices en el hígado … entre los pacientes con EHNA,” dijo el investigador Abdelmalek Manal.

Los investigadores analizaron las dietas y los hígados de 427 adultos con EHNA, y encontraron que el 19 por ciento de ellos consumía bebidas que contenían fructuosa. El 52 por ciento de los participantes consumían entre una y seis porciones de bebidas que contenían fructosa por semana, mientras que otro 29 por ciento consumía al menos una porción al día. El consumo de los pacientes de mayor ‘fructosa, empeoraba el número y severidad de las heridas del hígado.

“Hemos identificado un factor de riesgo que puede contribuir al síndrome metabólico de resistencia a la insulina y las complicaciones del síndrome metabólico, incluidos los daños del hígado”, dijo Abdelmalek.

Abdelmalek señaló que EHNA es un problema grave que no se puede tratar y puede conducir en algunos casos a cáncer de hígado, insuficiencia hepática y la necesidad de un trasplante de hígado.

Los investigadores todavía no están seguros de por qué el jarabe de maíz alto en fructuosa daña el cuerpo más de lo que su contenido de 5 por ciento de fructuosa podría sugerir. Existe la hipótesis de que los efectos negativos provienen de las cantidades masivas en las que se consume – el jarabe de maíz alto en fructuosa se encuentra en casi todos los alimentos procesados.

Otros investigadores han observado que las bebidas hechas con jarabe de maíz de alta fructuosa contienen altos niveles de carbonilos reactivos que pueden dañar las células. Otros han señalado que la fructuosa de la miel de maíz de alta fructuosa está químicamente modificada y por lo tanto se extiende por el cuerpo con más libertad que la fructuosa en azúcar de mesa.