Organización Mundial de la Salud ve “poca evidencia” de intoxicación humana por los disruptores endocrinos en productos químicos

Aunque admite que los humanos están experimentando la mayor incidencia de enfermedad y que miles de productos químicos son utilizados en la producción de alimentos, la Organización Mundial de la Salud dice que hay muy poca evidencia de que la salud humana se ha visto negativamente afectada por la abundancia de productos químicos en alimentos y otros productos.

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | FEBRERO 25, 2013

Hay dos hechos que son indiscutibles en lo que respecta a la salud humana. En primer lugar, a pesar de los grandes avances en la ciencia y la tecnología, los humanos son seres más enfermos hoy en día, tanto mental como físicamente si se compara con hace medio siglo. Peor aún, la incidencia de enfermedades anteriormente desconocidas o inexistentes ha crecido de manera exponencial debido a razones “inexplicables”.

En segundo lugar, aquellos con la responsabilidad ​​de velar por la seguridad de los procesos de producción y los productos que son producidos en masa para el consumo humano, han fallado al no apuntar los peligros y los efectos secundarios de miles de sustancias químicas utilizadas en la fabricación de productos industriales.

La razón del fracaso para proteger adecuadamente la salud humana y el medio ambiente de los productos químicos tóxicos es variable, y tiene que ser investigado caso por caso, pero en general ocurrió ya sea por falta de conocimiento o porque quienes debían cuidar de nuestra seguridad alimenticia pasaron por alto evidencia clara de que ciertos productos químicos representaban una amenaza directa para la humanidad y el medio ambiente. Tres ejemplos de ello: el DDT, el flúor en el agua, el mercurio en las vacunas, pesticidas y herbicidas.

En 2013, 41 años después de su creación, la Organización Mundial de la Salud decidió finalmente publicar un documento en el que expresa su preocupación por los efectos adversos que los productos químicos tóxicos pueden tener en los seres humanos, específicamente en el sistema endocrino. El documento de la OMS titulado Evaluación Mundial del Estado-de-la-Ciencia de los Disruptores Endocrinos, explica lo que  millones de personas en todo el mundo, y miles de profesionales de la salud han advertido desde hace muchos años: sustancias químicas en los alimentos que comemos, el agua que bebemos y otros productos utilizados en los procesos industriales perjudican gravemente la salud humana y contaminan el medio ambiente.

Lamentablemente, el informe comienza por restar importancia al papel de los productos químicos industriales en la aparición exponencial de enfermedades en humanos. La OMS menciona como conclusión final del estudio que “si bien es evidente que ciertos productos químicos ambientales pueden interferir con los procesos normales hormonales, hay pocas pruebas de que la salud humana se ha visto negativamente afectada por la exposición a esas sustancias químicas.

Como muchas otras organizaciones mundiales que no rinden cuentas a nadie, por mucho tiempo la OMS se negó a estudiar la evidencia recopilada de manera independiente que mostró el estado preocupante de la intoxicación de los seres humanos y el medio ambiente debido a la producción y consumo de productos supuestamente alimenticios. Aún peor, la OMS siempre negó que esos ingredientes químicos fueran responsables de enfermedades anteriormente desconocidas.

Tomó 16 años para que la OMS aceptara y pusiera en práctica el asesoramiento prestado por varios grupos de salud sobre el grave problema en la manufactura de los alimentos, así como la manera en que productos químicos tóxicos son utilizados en la producción de los alimentos que son ingeridos por billones de personas en todo el mundo.

En 1997, el Foro Intergubernamental sobre Seguridad Química y los Líderes Amientales que estudian los disruptores endocrinos (CDE), el Programa Internacional sobre Seguridad Química (IPCS), un programa conjunto de la OMS, el PNUMA y la Organización Internacional del Trabajo, iniciaron la preparación del informe publicado en 2013.

Junto con su conclusión general de que el panel de científicos no encontró suficientes pruebas de que los químicos tóxicos son responsables por la ola de enfermedades en humanos y animales –a pesar de toda la evidencia que existe– el informe de la OMS destaca un poco más de una docena de señales de que los seres humanos, los animales y el medio ambiente en su conjunto pueden estar experimentando las consecuencias de una intoxicación sistemática.

Después de explicar que la vida en la Tierra depende de su capacidad de reproducirse y desarrollarse normalmente, el informe de la OMS explica que: hay una alta incidencia y una tendencia creciente de  trastornos relacionados del sistema endocrino de los seres humanos, que hay observaciones relacionadas con los efectos en el sistema endocrino en las poblaciones de fauna silvestre, y que hay pruebas suficientes de que los productos químicos a los que todo el mundo está expuesto tienen la capacidad de afectar el sistema endocrino de formas que se han comprobado en estudios de laboratorio. Sorprendentemente, la OMS admite que hay más pruebas que sugieren que los productos químicos tóxicos causan trastornos endocrinos en los animales que en los seres humanos.

endocrineFigura 2. Visión general del sistema endocrino. Obtenido del informe de la OMS “El Estado de la Ciencia de los Disruptores Endocrinos”. 2013.

El informe encontró que enfermedades y trastornos endocrinos van en aumento, especialmente en los hombres jóvenes. Se relata que en algunos países, hasta el 40% de los hombres jóvenes muestran baja calidad del semen, lo que se traduce en la imposibilidad de tener hijos. Además de la infertilidad, el informe llama la atención sobre la incidencia de malformaciones genitales, resultados adversos en los embarazos, trastornos neuroconductuales asociados con trastorno de tiroides, un incremento inexplicable en los cánceres relacionados con el sistema endocrino, que incluyen mama, endometrio, ovario, próstata, testículos y tiroides, desarrollo prematuro de los senos en las niñas y la prevalencia de la obesidad y la diabetes tipo 2, que aumentó exponencialmente en todo el mundo durante los últimos 40 años.

El informe de la Organización Mundial de la Salud destaca unos 800 productos químicos que se han confirmado o que son sospechosos de interferir con los receptores de hormonas, la síntesis hormonal o la conversión, y que sólo una pequeña cantidad de estos químicos han sido adecuadamente estudiada para determinar sus efectos negativos sobre los organismos. Es decir, los guardianes de la salud –tanto a nivel nacional como internacional– tradicionalmente fallaron en su tarea de investigar y determinar la existencia de amenazas potenciales o demostradas que los productos químicos tóxicos que se utilizan en la fabricación de alimentos presentan a los seres humanos y otras formas de vida. “La gran mayoría de los productos químicos de uso comercial actual no se han evaluado en absoluto”, admite el estudio.

Como muchas observaciones independientes han advertido previamente, los seres humanos y toda la vida en este planeta están continuamente expuestos a productos químicos disruptores endocrinos (EDC), que tradicionalmente se producen en niveles bajos pero permanentes. El informe de la OMS confirma este hecho diciendo que la evidencia muestra que los seres humanos y la vida silvestre están más expuestos a los EDCs que a los llamados contaminantes orgánicos persistentes. El informe también confirma que los alimentos y el agua potable son dos contribuyentes principales de la intoxicación humana y animal y que la lista de los elementos que lo envenenan todo es larga.

Los niños pueden tener una mayor exposición a los productos químicos en comparación con los adultos. Por ejemplo, a través del contacto de sus manos con la boca y a su mayor tasa metabólica. La rapidez con que los aumentos en la incidencia de la enfermedad se han producido en las últimas décadas, descarta factores genéticos como la única explicación plausible.

endocrinechildrenFigura 3. Etapas sensibles del desarrollo. Cada tejido tiene una etapa específica durante el desarrollo cuando se está formando. Obtenido del informe de la OMS “Estado de la Ciencia de los Disruptores Endocrinos”. 2013.

La declaración anterior es evidencia irrefutable de que la mayoría, si no todas las enfermedades de supuesta  transmisión genética, no son realmente transmitidas a los humanos por parte de sus progenitores, sino por su exposición a los productos químicos creados o utilizados durante la producción de alimentos y otros productos. En el informe se detalla que los productos químicos como el DDT, los PCBs, dietilestilbestrol (DES) y éteres de difenilo polibromado (PBDE), de uso frecuente en los pesticidas y herbicidas, o para controlar la reproducción de plagas, son los culpables del cáncer de mama, cáncer de próstata, y del no desarrollo de los testículos en humanos.

¿Cómo puede entonces la OMS decir que la evidencia es débil cuando se habla de la relación entre los productos químicos tóxicos y las enfermedades de propagación masiva?

La evaluación de los disruptores endocrinos aclara que gran parte del daño causado por los productos químicos tóxicos ocurre durante el embarazo o temprano en la vida humana. “Numerosos estudios de laboratorio apoyan la idea de que la exposición a sustancias químicas contribuyen a los trastornos endocrinos en los seres humanos y la vida silvestre”.

Una vez más, ¿dónde está el eslabón débil, entonces?

“Exposiciones durante el desarrollo pueden causar cambios que, aunque no es evidente que se transformen en defectos de nacimiento, pueden inducir trastornos permanentes que conduzcan a una mayor incidencia de enfermedades durante toda la vida.

Estos descubrimientos sobre el daño causado por los disruptores endocrinos en los animales tienen un impacto en la práctica actual en los ensayos toxicológicos y de detección. En lugar de solamente estudiar los efectos de la exposición en la edad adulta, los efectos de la exposición durante etapas sensibles en el desarrollo fetal, la vida perinatal, la niñez y la pubertad requieren un examen cuidadoso. ”

El informe de la OMS reconoce abiertamente que las organizaciones que se supone deben estar alerta sobre los efectos adversos de los venenos utilizados en el proceso de fabricación industrial han fracasado una y otra vez. “Ha habido un fracaso al abordar y estudiar adecuadamente las causas de las enfermedades y trastornos endocrinas.

¿Hay espacio aquí para un proceso judicial?

De acuerdo con la OMS, el riesgo de enfermedad inducida por los disruptores endocrinos pueden haber sido significativamente subestimados. Es decir, los médicos y otros profesionales de la salud que hasta hoy siguen las enseñanzas de la medicina moderna como base para diagnosticar enfermedades sin tener en cuenta –a veces a propósito– las pruebas presentadas por muchos estudios sobre los efectos adversos de los EDCs, también son culpables de la ola de enfermedades “desconocidas” o trastornos “incurables”.

“Sabemos que los seres humanos y animales son expuestos de forma simultánea a muchos EDCs, por lo que la medición de la relación entre la exposición a mezclas de EDCs y la aparción de enfermedades o disfunciones es fisiológicamente más relevante. Además, es probable que la exposición a un solo EDC puede causar síndromes o enfermedades múltiples, un área que no ha sido suficientemente estudiado,” dice el reporte.

¿Por qué no? Ciertamente, no por falta de financiación. Lo que si es patente, es el desinterés de parte de los grandes conglomerados farmacéuticos que llevan a cabo sus propios estudios con el único propósito de demostrar si un producto es eficaz, pero no para determinar su seguridad o los efectos adversos a largo plazo en los seres humanos. Lo mismo es cierto para las empresas como Monsanto, DuPont, Syngenta y otros que se jactan de sus descubrimientos tecnológicos a pesar de que muchas de las pruebas independientes demuestran, más allá de toda duda razonable que, sus organismos genéticamente modificados, herbicidas y pesticidas están matando a gente de todo el mundo.

A pesar de la creciente evidencia presentada en su propio estudio, la incidencia de enfermedad en los últimos 50 años y las tendencias de crecimiento que muestran cómo los EDCs están cada vez más involucrados en la causa de los efectos adversos sobre las poblaciones humanas, la OMS aún limita la relación entre los EDCs y las enfermedades a una cuestión de asociación, en vez de ir más allá y decir que es una cuestión de causa y efecto. El informe dice que los estudios en humanos pueden mostrar sólo las asociaciones. ¿Pero qué sucede cuando estas asociaciones siguen apareciendo, estudio tras estudio? ¿Eso no constituye una relación clara de causa y efecto?

Hoy día la mayoría de los principales estudios financiados por las corporaciones o el gobierno investigan los adecuadamente los efectos que los EDCs tienen en la salud humana y el ambiente, ya que se llevan a cabo con un número muy reducido de personas y por un período muy corto de tiempo. Entonces, la OMS alega que los resultados no van más allá de relaciones casuales que no ofrecen suficiente evidencia para plantear una relación de causa y efecto. Esto es así porque a pesar de la creciente evidencia, la mayoría de las pruebas no están diseñadas para mostrar la relación de causa-efecto, lo que de inmediato les invalida, según la OMS, como prueba o evidencia confiable de que los productos químicos tóxicos son los causantes de enfermedades en las personas y la contaminación del medio ambiente.

El informe señala correctamente que está habiendo un cambio en la forma de determinar las asociaciones entre EDCs y enfermedades en la manera en que se realizan los estudios de causa-efecto. De esta manera, las pruebas de los vínculos de causa-efecto son el camino a seguir a fin de establecer lo que se considera como evidencia sólida de que los productos químicos tóxicos causan enfermedades endocrinas.

Pero la OMS sigue sin reconocer lo que muchos estudios han determinado: que los efectos adversos de la exposición temprana y continua a productos químicos tóxicos sólo se detectan tarde en la vida. Estos efectos, como se ha explicado antes, son usualmente mal diagnosticados por la mayoría de los médicos, que por lo general dicen a sus pacientes que el origen de su enfermedad es aún desconocido y que no hay manera de tratar las causas; sólo los síntomas. En este punto, los pacientes son básicamente condenados a tomar medicamentos farmacéuticas por el resto de sus vidas, los que eventualmente terminan enfermándolos aún más, ya que ellos tienen su propia lista de efectos adversos.

Por lo tanto, la perspectiva del estado de salud de las personas hoy en día es igual de malo en dos frentes diferentes. La gente se enferma y usualmente muere como consecuencia de la prolongada exposición a  productos químicos tóxicos utilizados en el proceso de producción de alimentos o en la comida en sí, o se enferman y mueren al intentar “curar” sus enfermedades con productos farmacéuticos industrializados cuyos propios efectos secundarios son tan mortales como los de los productos químicos de los cuales la gente está tratando de deshacerse. De cualquier manera, las personas mueren de forma lenta y dolorosa.

Entonces, ¿qué sigue? ¿Qué hay que hacer para poner fin a este círculo vicioso de enfermedad? Pueden estudios de largo plazo ser la solución? Creo que es demasiado poco y demasiado tarde para eso. Espera 10 o 20 años para ver el resultado de pruebas a largo plazo no es algo que mucha gente puede permitirse en estos momentos. Eso no significa que esos estudios no se deben hacer. Pero una solución más inmediata implica que la gente necesita encontrar soluciones por sí mismos.

Ahora que la Organización Mundial de la Salud finalmente confesó que no han hecho su trabajo para proteger a las personas de los efectos adversos de sustancias peligrosas, sino todo lo contrario, la gente necesita entender que su nutrición es su responsabilidad. Siempre ha sido así y siempre lo será. Por último, las organizaciones que se supone son responsables por mantenernos a salvo de los peligros de los productos químicos tóxicos, deben dejar de hablar y deben comenzar a actuar.

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Consumo de alimentos fritos aumenta incidencia de agentes carcinógenos, concluye estudio

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | FEBRERO 9, 2013

Consumir alimentos fritos más frecuentes, como las patatas o el pollo, se asocia con un mayor riesgo de cáncer de próstata, según un estudio realizado por investigadores del Fred Hutchinson Cancer Research Center en Seattle, EE.UU..

Estudios anteriores han sugerido que comer alimentos preparados con los métodos de cocción que utilizan altas temperaturas podría aumentar el riesgo de cáncer de próstata, sin embargo, este es el primero en examinar la adición de fritura.

En concreto, el autor principal Janet L. Stanford y su equipo analizaron los datos de 1.549 hombres diagnosticados con cáncer de próstata. A los participantes se les pidió que completaran un cuestionario sobre la dieta y la ingesta regular de alimentos, incluidos los alimentos fritos.

Ellos encontraron que los hombres que comían papas, pollo frito pescado y buñuelos, entre otros alimentos, por lo menos una vez a la semana, tenían un riesgo mayor de cáncer de próstata en comparación con aquellos que sólo comían por una vez al mes. Por lo tanto, aquellos que comían una o más de los elementos anteriores a la semana tuvieron un riesgo mayor de cáncer de próstata — entre 30 y 37%.

El consumo semanal de estos alimentos también se asoció con un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de próstata del tipo más agresivo. “La relación entre el cáncer de próstata y los alimentos fritos parecía limitarse al nivel más alto de consumo — se define en el estudio como más de una vez a la semana, lo que sugiere que el consumo regular de alimentos fritos crea un riesgo particular de desarrollar cáncer de próstata”, dijo Stanford .

Su hipótesis es que cuando se calienta el aceite, se crean compuestos potencialmente cancerígenos, tales como acrilamida, aminas heterocíclicas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, aldehídos y acroleína. La presencia de estos compuestos tóxicos aumenta con la reutilización del aceite, que es algo que se hace en prácticamente todos y cada uno de los restaurantes de comida rápida en el mundo.

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Anticuerpos Inducidos por Vacunas No son Necesarios para Combatir Enfermedades

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 7 ABRIL 2012

Históricamente, el establecimiento médico-farmacéutico ha empujado vacunas como la solución milagrosa para cada problema de salud que los seres humanos enfrentan. Las casas farmacéuticas de  llegaron a la conclusión de que las vacunas eran necesarias porque el cuerpo necesita desarrollar los anticuerpos necesarios para combatir enfermedades y las vacunas son la mejor herramienta para garantizar que el sistema inmunológico humano tenga la capacidad de producir estos anticuerpos. Sin embargo, las vacunas son ineficaces, cócteles tóxicos de metales pesados y virus vivos que no sólo no previenen las enfermedades, sino que más bien las causan.

Innumerables estudios — por favor, hagan su propia investigación — han demostrado la relación entre los ingredientes de las vacunas, como el mercurio, escualeno, adyuvantes y condiciones médicas tales como el autismo, el cáncer, las condiciones del sistema nervioso, daño cerebral, y así sucesivamente. Profesionales médicos como Russell Blaylock y Andrew Wakefield han hablado interminablemente acerca de los peligros que suponen las vacunas — como son producidas y administradas — para la salud humana. Pero a pesar de los numerosos estudios y las advertencias de los profesionales de la medicina, las autoridades sanitarias y las compañías farmacéuticas siempre han trabajado al unísono para imponer normas — no leyes — que todos deben ser vacunados por su propio bien.

Aunque la mayoría de las políticas oficiales del gobierno indican que las vacunas están debidamente probadas y monitoreados continuamente por los efectos secundarios y reacciones, la mayoría de las vacunas se prueban y supervisan apenas por los productores de esas vacunas, que envían sus resultados a las autoridades “vigilantes”. Dichas autoridades dan a los fabricantes el visto bueno para producir las vacunas en masa, las cuales más tarde recomiendan y añaden a la lista que cada vez un número mayor de personas se inyectan, especialmente niños, que deben ser inyectados desde el nacimiento.

Sólo que ahora hay un problema, un problema nuevo, para el cartel médico-farmacéutico: El cuerpo humano no necesita anticuerpos inducidos por las vacunas para combatir enfermedades, virus, bacterias u otros agentes patógenos. Nuestro sistema inmune en realidad tiene la capacidad de producir anticuerpos naturales que a su vez funcionan como defensas contra las enfermedades. El sistema inmunológico humano está compuesto por elementos originales y otros que son fabricados por el cuerpo  — creados después que una persona nace y crece — que trabajan juntos para mantener el cuerpo a salvo de enfermedades sin la necesidad de productos artificiales, creados en laboratorios. Esto puede venir como una sorpresa para muchos, pero no es algo nuevo para otras personas que con libertad e independencia se educan acerca de cómo prevenir y curar enfermedades.

La pseudociencia que sostiene las políticas de vacunación establece que cuando una persona se inyecta con una vacuna, el sistema inmunológico responde a los ingredientes de la vacuna como si se tratara de un ataque real de un virus o cualquier otro patógeno. El cuerpo responde a este supuesto ataque mediante la creación de anticuerpos para tratarlo. En el futuro, si el virus o el organismo ataca a la persona una vez más, el sistema inmunológico sabe cómo reaccionar y defenderse del ataque. Esto se explica como si el sistema inmunológico “aprende” cómo actuar en caso de una infección. El problema es que el supuesto “aprender” cómo luchar contra la enfermedad es algo que el cuerpo ya sabe cómo hacerlo, es una habilidad natural, como lo es su capacidad para producir anticuerpos. La reacción inducida de la vacuna está realmente alterando la respuesta natural del sistema inmune humano lo que a su vez lo perjudica, pues a lo largo del tiempo, el cuerpo no podrá responder a otros viruses u organismos que pueden causar enfermedades que no sean esos inyectados a través de una vacuna. Este es el caso de la gripe estacional.

El virus de la gripe es un organismo que siempre cambia; que nunca es el mismo. Cuando la gente se inyecta con la vacuna contra la gripe estacional, que contiene la cepa del año pasado, la nueva cepa no tiene ningún problema de penetrar en un sistema inmunológico degradado que no sólo es indefenso frente a ella, sino también incapaz de lidiar con la nueva versión del virus por sí mismo.

Aquí es donde el estudio publicado en la revista Immunity viene muy bien. El estudio muestra que los anticuerpos inducidos por las vacunas no son capaces de luchar contra la enfermedad por sí mismos, una característica que sólo está presente en forma natural en los anticuerpos generados por nuestro sistema inmunológico. Este es el hecho que absolutamente echa por tierra el mito de que las vacunas son necesarias para mantenerse libre de virus o bacterias que pueden causar enfermedades. Como en muchos otros casos, la supuesta teoría científica es sólo eso, teoría. Tal como se menciona en el estudio, las vacunas no ayudan a prevenir o combatir las infecciones. “Nuestros resultados contradicen la visión actual que los anticuerpos creados en respuesta a las vacunas son absolutamente necesarios para sobrevivir a infecciones con virus como el VSV (virus de la estomatitis vesicular), y establecer una función inesperada para las células B como custodios de los macrófagos en la inmunidad antiviral,” dice el Dr. H. von Andrian Uldrich de la Universidad de Harvard Medical School.

El Dr. von Andrian añadió que “será importante diseccionar el papel de los anticuerpos y los interferones en la inmunidad contra los virus similares que atacan el sistema nervioso, como la rabia, el virus del Nilo Occidental y Encefalitis.”

Así que si las vacunas no funcionan como las grandes casas farmacéuticas anuncian, y además son perjudiciales para el sistema inmunológico natural, ¿por qué las agencias gubernamentales siempre  recomiendan que todos las utilicen? De acuerdo con el neurocirujano Russell Blaylock, las vacunas inhiben el sistema inmunológico de producir citoquinas de tipo Th2, además de suprimir la inmunidad celular. El resultado es un debilitamiento del sistema inmune que resulta en un cuerpo más débil que serán más vulnerables a enfermarse, pero que también tardan más en recuperarse. Lo que los resultados de este estudio representan es el último clavo en el ataúd de la pseudociencia de las vacuna. Las vacunas han pasado de ser el mejor invento desde la aparición de la rueda, a convertirse en un mal peligroso, pero necesario, a un método ineficaz para combatir enfermedades.

“Por increíble que parezca, nunca se han realizado estudios controlados que comparen una población de pacientes vacunados versus otro grupo de pacientes no vacunados,” dice el Dr. Phillip Incao. La crítica del Dr. Incao está respaldada por muchos profesionales médicos independientes, como el médico Harold Buttram. “Nunca ha habido ningún estudio de esta naturaleza, y al parecer nunca ni siquiera han sido intentados,” dice el Dr. Buttram.

Además de la información anterior, es importante decir que los actuales sistemas obligatorios de vacunación — no existe una ley que obliga legalmente a nadie para tomar una vacuna — en casi todos los países violan el Código de Nuremberg, el conjunto de reglas que todos los profesional de la medicina deben seguir, pero que implementan unos pocos cuando se trata de la utilización de vacunas. Según el Sistema de Información de Efectos Adversos causados por Vacunas (VAERS), hubo al menos 2.142  muertes confirmadas y 3.177 personas con discapacidades permanentes entre 1991 y 2001. Vea Vigilancia Después de la Inmunización. Pero en realidad, las estadísticas completas muestran que las consecuencias son mucho peores. Las muertes ascienden a entre 21.420 – 142.800 muertes, si se tiene en cuenta que sólo el 1,5 a 10% de los eventos adversos son reportados.

De acuerdo con el Instituto Mundial de la Vacuna, las vacunas son responsables de causar enfermedades como el SIDA, Cáncer, Diabetes, pérdidad de audición y visión, hepatitis B, MMR, paperas, polio, rubéola y el autismo, sin que nadie nunca haya demostrado que una sola vacuna curó o ayudó a tratar ninguna enfermedad.

Si tienes curiosidad por saber cuáles son algunos de los ingredientes utilizados en la producción de vacunas — muchos de los cuales se acumulan en tu cuerpo — por favor, se valiente y mira la lista proporcionada por la CDC.

Las vacunas nunca ayudaron a disminuir la incidencia de ninguna enfermedad, y mucho menos a curar a nadie.

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La Radiación Crea Células Cancerosas 30 veces más Potentes que las Normales

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 19 DE MARZO 2012

En un estudio innovador que acaba de publicarse en la revista Stem Cells, investigadores del Johnsson Comprehensive Cancer Center Department of Oncology concluyeron que, a pesar de matar la mitad de todas las células tumorales, los tratamientos de radiación contra el cáncer de mama convierte a las otras células cancerosas en células madre cancerosas que son mucho más resistentes al tratamiento que las células cancerosas normales. El nuevo estudio es un nuevo golpe al paradigma fracasado que favorece el uso de  tratamientos convencionales para tratan de cortar, envenenar o quemar los tumores cuando se encuentran o cuando los síntomas de cáncer se detectan.

El investigador principal del estudio, el Dr. Frank Pajonk, Profesor Asociado de Oncología y Radioterápica del Centro Jonsson, informó de que las células madre cancerosas de las mamas (iBCSC) “se han generado por la activación de las mismas vías celulares a las que se inducen por la radiación, una ténica que se utiliza para reprogramar células madre pluripotentes normales (IPS) en la medicina regenerativa. “Pjonk, que es también un científico del Centro de Medicina Regenerativa de la Universidad de California, añadió:”. Fue notable ver que estos tipos de cáncer de mama utilicen las mismas vías de reprogramación para luchar contra el tratamiento de radiación. ”

En el nuevo estudio, Pajonk y sus colegas irradiaron células madre cancerosas y las pusieron en ratones. A través de una única imagen, los investigadores encontraron que las células se convertían en células iBCSC en respuesta a los tratamientos de radiación. Pjonk informa que las células recién generadas son muy similares a las células madre cancerosas no irradiadas. El equipo de investigación también encontró que las células madre inducidas por la radiación tenían una habilidad de más de 30 veces la capacidad de las normales para formar tumores.

A pesar de la creciente evidencia contra sus prácticas, la medicina tradicional se aferra a la quimioterapia, la cirugía y la radiación y hace caso omiso de las soluciones naturales.

A pesar de todos los miles de millones de dólares gastados en el cáncer, y a 40 años del inicio de la “guerra contra el cáncer” todo ha sido, en la más honesta de las evaluaciones, una pérdida de tiempo y recursos. Hace cien años, en cualquier lugar, 1 de cada 50 o tal vez 1 de cada 100 personas podían esperar desarrollar cáncer. Ahora se estima que 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres serán diagnosticados con cáncer en sus vidas. Aunque el número de personas en todo el mundo que desarrollarán cáncer y morirán de cáncer aumenta cada año, la medicina tradicional continúa aferrándose a los fracasos del tratamiento, que cada vez más a menudo no logra eliminar el cáncer, sino que ayudan a la propagación del cáncer y el regreso de formas más agresivas que nunca. Cabe destacar que dos de los tres principales tratamientos para el cáncer – radioterapia y la quimioterapia – son altamente cancerígenos.

Uno podría pensar que el nuevo estudio sería una razón suficiente para reconsiderar el uso de radiación. Sin embargo, los autores analizaron los resultados como una oportunidad para continuar y mejorar el uso de radiación para encontrar maneras de controlar la diferenciación celular. Lo que los científicos no se dieron cuenta es que ya se han encontrado alternativas naturales que impiden el desarrollo de las células madre del cancerosas.

A modo de ejemplo, NaturalNews informó en mayo de 2010, sobre un estudio realizado por la Universidad de Michigan que descubrió como un compuesto que se encuentra en el brócoli y los brotes de brócoli tenían la capacidad de atacar a las células madre cancerosas. Ver: http://www.naturalnews.com/028822_broccoli_breast_cancer.html

Los investigadores no observaron cuidadosamente la forma en que las células cancerosas luchan contra los tratamientos tradicionales. Tampoco tuvieron en cuenta la creciente evidencia de que la mejor manera de vencer el cáncer y de evitarlo es construir y mejorar nuestra línea de defensa natural — el sistema inmunológico.

La manera más segura y efectiva para mejorar el sistema imunológico y luchar contra el cáncer, en general, es trabajando con la naturaleza. También es, con mucho, la forma menos costosa, y en ello reside probablemente el detalle. No se puede patentar y sacar provecho de la naturaleza como es posible con los medicamentos y tratamientos convencionales.

Nota: Ni el autor ni NaturalNews promueven el uso de un tratamiento inhumano de los animales en los estudios médicos.

Otras fuentes incluyen:

www.cancer.ucla.edu/Index.aspx?page=644
www.sciencedaily.com/releases/2012/02/120213185115.htm
www.naturalnews.com/cancer_cells.html
www.naturalnews.com/stem_cells.html

Traducido del artículo original: Radiation creates Cancer Cells 30 Times More Potent than Regular Cancer Cells

Trillas Químicas: Las consecuencias de los Metales Tóxicos

Reporte de Nueva Zelandia revela que Trillas Químicas  están asociadas con enfermedades respiratorias y reacciones autoinmunes.

Por Dra. Ilya Sandra Perlingieri
Adaptación Luis R. Miranda

Durante décadas, hemos sabido que los metales pesados y productos químicos pueden causar daños físicos graves. En el  documento de Rachel Carson llamado “Primavera Silenciosa”, hemos conocido y ha sido ampliamente advertido de las graves consecuencias de la utilización o la exposición a estos venenos en nuestras actividades diarias. Miles de ellos son cancerígenos bien documentados.

Sobre la base de la investigación innovadora de Carson, también sabemos que ciertos tipos de productos químicos pueden alterar el sistema inmune humano [y de otros animales]. Desde hace 30 años, los investigadores están revisando lo que se conoce químicos alteradores de hormonas endocrinas y la forma en que están afectando a las ranas [que a veces tienen cinco piernas o características hermafroditas], otros animales acuáticos, y mamíferos. Estos animales fueron los canarios proverbiales en la mina de carbón. En otro libro pionero, “Nuestro Futuro Robado”, los autores Dr. Theo Colburn, Dianne Dumanoski y John Peterson Myers demuestran claramente que en productos químicos que alteran las hormonas, 1 + 1 no es igual a 2. Por el contrario, en una pesadilla de proporciones matemáticas, estos venenos actúan de forma sinérgica, y 1 +1 podría igualar hasta 1.600 veces la dosis original. También descubrieron que estamos expuestos a más de 100.000 productos químicos con regularidad. La mayoría de ellos nunca han sido probados para la seguridad humana. Por lo tanto, casi nada se ha hecho para reducir la exposición humana a un gran número de productos químicos peligrosos. De hecho, durante la última década, el gobierno de Bush desmanteló muchas leyes ambientales que existen desde hace 30 años, para que las empresas hicieran lo que querían con sus químicos. [Basta con mirar lo que está desarrollando en el Golfo con el derrame de petróleo de BP.]

Aunque esta información, sobre los peligros de trastornos hormonales, están ahora más ampliamente disponibles en los sitios de Internet, todavía no es bien conocida por la persona promedio que recibe noticias en su mayoría de medios de comunicación. (1) La mayoría de estos productos químicos altamente tóxicos son invisibles.; y, por tanto, están fácilmente fuera de nuestro radar colectivo. Con el alto nivel de estrés creado por la deliberadamente orquestada crisis financiera en la que millones han perdido sus puestos de trabajo y viviendas, la degradación del medio ambiente y el colapso graves de salud no son prioridades, sobre todo, si es muy poco lo que se informa en los medios de comunicación corporativos. Este escenario de desastre es parte de una visión más amplia de lo que Naomi Klein escribe en su libro “La doctrina del shock.” Tenemos tantas crisis, una tras otra, que es difícil mantenerse al día con una rutina diaria- y mucho menos tener tiempo para leer y considerar las ramificaciones para la salud de tóxicos en cantidades masivas; miles de metales pesados y productos químicos que han intoxicado nuestra cadena alimentaria y, por tanto, nuestra supuesta “salud.” Estamos en la parte superior de esta cadena alimentaria ya destrozada.

Ahora, sin embargo, hay otra capa mucho más insidiosa de toxicidad que no está siendo abordada en absoluto en ninguna corriente de noticias controladas por las corporaciones, y que está afectando nuestra propia supervivencia. Sin embargo, están siendo abordando cada vez más por investigadores independientes que tienen evidencia de apoyo para respaldar sus informes en Internet.

Durante más de una década, en primer lugar los Estados Unidos y luego los ciudadanos de Canadá han sido víctimas de un asalto 24 horas al día, 7 días pro semana, 365 días al año con aerosoles sobre nuestras cabezas hechas de una mezcla tóxica de metales pesados tóxicos, productos químicos y otras sustancias peligrosas. Nada de esto se informó en medios de comunicación. El Departamento de Defensa de EE.UU. [DOD] y militares han sido sistemáticamente cubierto nuestros cielos con lo que se conoce como Chemtrails (también conocidas como aerosoles estratosféricos para geoingeniería). (2) Estas difieren enormemente de las estelas de aviones tradicionales que siempre se evaporan más rápidamente en el cielo . Chemtrails o trillas químicas no se disipan. Más bien, los aviones (equipados con boquillas especiales) liberan aerosoles en padrones lineales en el cielo que no se evaporan. Varios aviones se han desplegado, volando en paralelo (o en forma de “tablero de ajedrez”), y rápidamente cubren el cielo con líneas de color blanco grisáceo [millas y millas de largo]. Al principio, estas líneas son finas, pero pronto se expanden y, en poco tiempo, se funden. Nuestro cielo azul desaparece y es sustituido por una neblina tóxica de color blanco grisáceo que borra y disminuye en gran medida nuestro sol habitual.

Aviones militares y comerciales están involucrados en más de 60 operaciones secretas. El año pasado, cuando volé por todo el país, vi un avión de United Airlines (que volaba por debajo de nosotros a unos 37.000 pies) rociar un aerosol negro que se extendió por millas y millas a través del cielo. Este programa clandestino incluye ahora un aerosol para la aplicación con aviones en América del Norte, Europa, Australia y Nueva Zelanda [todos los países de la OTAN]. Cientos (si no miles) de personas han llamado y escrito a sus funcionarios públicos para obtener respuestas en estos y otros países como Brasil, Costa Rica y México. Las respuestas de los EE.UU. y las autoridades canadienses se dan, o bien, si hay respuesta, las consultas son despedidas como locuras. Esta sigue siendo un constante y deliberado encubrimiento. Nadie es responsable, al tiempo que continuamos siendo envenenados diariamente. Esta no es la primera vez, sin embargo, que los ciudadanos están siendo utilizados como sujetos experimentales de ensayo de laboratorio. El gobierno de EE.UU. y sus fuerzas armadas tienen una historia muy larga y sórdida de la utilización de personas, sin el consentimiento informado, de manera ilegal. Como señala Carole Pellatt:

El ejército de EE.UU. ha estado rociando armas químicas y biológicas al aire libre de pruebas sobre la población civil desde la década de 1940. Se llaman “pruebas de vulnerabilidad”. Esto no es una afirmación polémica. El ejército ha admitido a esta práctica en muchas ocasiones y hay un montón de documentación por parte del gobierno para corroborar la misma. También hay documentación de las experimentos con radiación sobre la población civil. Lamentablemente, esta información tiende a salir a la luz muy tarde para poder haber salvado vidas, o aliviado el sufrimiento de las víctimas. (3)

Durante la última década, las pruebas independientes de Chemtrails en todo el país han mostrado una mezcla peligrosa, muy venenosa, que incluye: bario, fibra de vidrio recubierta de aluminio-nano [conocida como CHAFF], torio radiactivo, cadmio, cromo, níquel, sangre desecada, esporas de moho, micotoxinas amarillas con hongos, dibromuro de etileno, y fibras de polímero. El bario puede ser comparado en su toxicidad con el arsénico. (4) El bario se sabe, afecta adversamente el corazón. El aluminio tiene historia de perjudicar la función cerebral. Los investigadores independientes y los laboratorios siguen presentando niveles fuera de la escala de estos venenos. Unos cuantos “anónimos” funcionarios han reconocido este aerosol y su pulverización (5).

Numerosas pruebas se han realizado para verificar que estos venenos están fuera de la escala en su toxicidad. Ellos se documentan en el agua, en nuestro suelo, y en el aire. Durante más de 10 años, el investigador Clifford Carnicom ha sido valiente y sistemático en la presentación de información sobre los distintos aspectos perjudiciales de estos aerosoles y lo que están haciendo a nuestro entorno, así como nuestra sangre. (6) Varios grupos “observadores del cielo” también han ido cuidadosamente documentando la información acerca de estas agresiones diarias (7).

Con todos estos venenos que rodean nuestra respiración, no es sorprendente ver a un dramático aumento en las enfermedades. Existen numerosos informes sobre el aumento de las muertes cardíacas y enfermedades respiratorias (asma, bronquitis crónica, cáncer de pulmón y enfermedades crónicas con frecuencia múltiple). La toxicidad ya ha afectado dramáticamente el deterioro “de la salud colectiva.” El aumento significativo de las enfermedades del corazón y diversas enfermedades respiratorias se ha relacionado con un gran aumento de “partículas” en el aire. Esto puede ser visto por algunas estadísticas reveladoras:

1. La enfermedad coronaria es la principal causa de muerte en los EE.UU.. Según la CDC, en 2006, 631.636 murieron de enfermedad cardíaca. Esto significa que 1 de cada 5 estadounidenses se ven afectados (8).

En Canadá, cada siete minutos alguien muere de enfermedades del corazón (9).

2. Asma y enfermedades respiratorias superiores. Entre 100-150 millones de personas sufren de asma en todo el mundo. En los EE.UU., 16,4 millones de adultos sufren de asma y 7 millones de niños lo tienen. La bronquitis crónica y enfisema: 9,8 millones de estadounidenses fueron diagnosticados con bronquitis crónica el año pasado, la cifra para el enfisema es de 3,8 millones (10) Total: 37 millones de estadounidenses padecen.

En Canadá, 2,4 millones han sido diagnosticados con asma.

3. Partículas contaminantes del aire. Partículas [PM] se componen de pequeñas partículas de 10 micrones o menos. [1 micrón es aproximadamente 1 / 70 el grosor de un cabello humano.] Estas partículas pueden alojarse en lo más profundo de sus pulmones, y durante un período de tiempo, pueden dañar la función pulmonar. Este tipo de contaminación, que respiramos a diario, puede causar y causa diversas enfermedades respiratorias superiores, enfermedades coronarias y el envejecimiento prematuro y la muerte. Las partículas también pueden exacerbar cualquier enfermedad existente. (11) Preguntas sin respuesta:. ¿Estas peligrosas partículas actúan de forma sinérgica en los cuerpos humanos (al igual que los alteradores endocrinos)? ¿Cómo PM afectan a millones que ya tienen múltiples enfermedades crónicas?

Lesiones Cerebrales

Incluso con el aumento de enfermedades que se pueden prevenir, el problema que no ha sido vinculado o dirigido, con lo que Clifford Carnicom denomina “crímenes de aerosol” – es el deterioro de la función cognitiva. Nuestro sistema inmunológico está ya en estado de sitio todos los días, y esto se ha traducido en millones (posiblemente miles de millones) de personas con no sólo una enfermedad, pero a menudo múltiples problemas. La piel, el órgano más grande en nuestro cuerpo, es una membrana permeable. Esto significa que las toxinas invisibles en el aire, incluidos los Chemtrails y otros productos químicos altamente peligrosos, se adentran en nuestra piel. El envenenamiento del agua de lluvia (o la nieve al tocar la piel) hace lo mismo. Cuando el aire que respiramos está lleno de una gran variedad de toxinas peligrosas, con cada aliento que tomamos, estos venenos asaltan nuestro sistema inmunológico. Estos venenos también afectan a nuestro cerebro y, por tanto, nuestra función cognitiva.

El aluminio es un componente importante en estos aerosoles. A pesar de que es el metal más abundante de nuestro planeta, nuestro cuerpo no tiene ninguna necesidad biológica del mismo. Red de Acción en Plaguicidas de América del Norte [PANNA] lo clasifica como “tóxico para los seres humanos, incluyéndolo como un causante del cáncer, tóxico para el sistema reproductivo y del desarrollo, neurotoxicidad y toxicidad aguda.” (12) Sin embargo, el aluminio es de uso común [esta es una lista muy corta] en las vacunas , desodorantes y antitranspirantes, medicamentos de venta libre, los refrescos y latas de cerveza [sanguijuelas de aluminio de las latas], el polvo para hornear, mezclas para pasteles, quesos procesados, y otros productos alimenticios y aditivos.

A través de los años, el aluminio se acumula en el cerebro, los tejidos, y en menor cantidad los huesos. Esto causa la degeneración cerebral, disfunción y daños-debido a la obstrucción y reducción del flujo sanguíneo y el oxígeno de las arterias cerebrales. El cerebro se encoge y las células cerebrales mueren. Esto causa demencia. Los síntomas incluyen: arrebatos emocionales, falta de memoria paranoia y pérdida de memoria, discurso incoherente, irritabilidad, disminución de agudeza mental, cambios de personalidad, y mal juicio. Muchos de estos síntomas son hoy usados para diagnosticar Alzheimer. Todos estos están en aumento, ya que más de 4 millones de estadounidenses lo padecen. El deterioro cerebral y demencia toman décadas para causar daños graves y visibles.

Eventualmente, sin embargo, la demencia es fatal. “Alzheimer” ahora se está utilizando incorrectamente como un término comodín para todo tipo de demencia. Hace apenas unos días, la primera página del New York Times tenía un titular: “Más personas con demencia se pierden de casa.” (13) Las personas afectadas por lo que los términos Times es “Alzheimer” fueron entrevistados. Una persona mencionó que “tiene un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer.” Esto es claramente equivocado. La demencia de Alzheimer sólo se puede diagnosticar en forma precisa después de la muerte cuando un post-mortem se puede hacer. Sin embargo, el envenenamiento por metales pesados pueden ser diagnosticados mediante pruebas de laboratorio, pero esto raramente se hace en los exámenes médicos.

Lo que no se abordan en este aumento de la demencia es mayor de 10 años respirando metales pesados, fibra de vidrio recubierta de aluminio-nano, etc. Miles de millones de toneladas han sido rociados sobre nosotros.

Con todas estas fuentes de aluminio añadidas al aire que respiramos, la toxicidad acumulada es muy alta. Incluso en los hechos cotidianos, es obvio para cualquier persona que está prestando atención que mucha gente se comporta de forma extraña. Si bien puede ser considerado “anecdótico”, en la presentación de informes, hay millones de personas cuya conducta es extraña. Ha habido muchos casos tan sólo el año pasado, cuando le he hecho a alguien una pregunta y recibo una respuesta que es totalmente ajena. Han habido casos de personas muy enojadas en la calle: alguien “se vuelve loco” sin razón aparente. Los niveles de violencia han aumentado. Mira todos los tiroteos en las escuelas. Hay accidentes automovilísticos inexplicables que nunca deberían haber ocurrido. En sólo un día, hace unas semanas, fui testigo de tres accidentes de tráfico que no deberían haber sucedido. Las noticias están llena de estas historias.

Añadido a esta carga corporal ya altamente tóxica es el uso de aluminio por parte de los militares de en sus aerosoles. Se utiliza debido a su conductividad eléctrica, durabilidad y peso ligero. La Fuerza Aérea de los EE.UU. informó en 1997 que pulverizó 2 millones de toneladas, de 6-7 onzas de CHAFF desde aviones por 15-50 millas de longitud. (14) Otra pregunta sin respuesta ¿Por qué la USAF no brinda cifras actualizadas?

Un informe de 2002 indica que: “en los últimos 25 años, la Marina de los EE.UU. [ha lanzado desde aviones] varios cientos de miles de libras de desperdicio de aluminio durante operaciones de vuelo sobre un área de entrenamiento en la bahía de Chesapeake.” (15) Si la Marina utilizó cientos de miles de libras en tan sólo esta pequeña zona de los EE.UU., esto podría extrapolarse para medir la liberación de posiblemente miles de millones de toneladas de aluminio nano por todas las divisiones militares en todo los EE.UU. y Canadá, más recientemente, de 2002? El tipo de CHAFF que se almacena contiene plomo. Ha sido este pulverizado, sin nuestro conocimiento, y añadido a estos aerosoles? Qué enorme, aunque invisible, el daño que ha creado para todos nosotros!

La Dra. Hildegard Staninger informó el año pasado que “la exposición a las emisiones aéreas de nano materiales compuestos resultó en inhibición de la colinesterasa.” (16) El cuerpo humano tiene tres tipos de colinesterasa: para el cerebro, para el plasma (fabricado por el hígado), y las células rojas sanguíneas. Algunos pesticidas y gases pimienta (como el VX, un organofosforado) inhiben la colinesterasa. La inhibición crónica de esta enzima (que normalmente circula en los glóbulos rojos), causada por la fumigación de estos aerosoles Chemtrails [para la modificación del clima, pero también se utiliza para la erradicación de los mosquitos y otros insectos], causa la intoxicación crónica. Esta exposición provoca graves trastornos neurológicos, como parálisis en los seres humanos.

En un innovador ensayo de 2003 en línea, el Dr. Kaye Kilburn, pregunta: “¿Por qué son ignorados los Daños Cerebrales?” (17) Su artículo 13 enumera los factores ocultos que afectan a nuestra disposición a creer que las sustancias químicas peligrosas no afecten al cerebro. Ellos son: 1. “Todo está en tu cabeza” [es decir, los síntomas reales son ignorados por la medicina alopática].

2. Resistencia a la vulnerabilidad [individuos y la sociedad en conjunto, no pueden creer que el cerebro está en riesgo].

3. La aceptación y uso de drogas que alteran la mente [como Paxil] que pueden influir e influyen en el cerebro [millones están en los antidepresivos, qué daño a largo plazo este causa a la función cognitivo?].

4. Lesión química del cerebro se considera no ser “una amenaza inminente.”

5. La competencia de otras amenazas graves [que causa la indiferencia o la negación];

6. Retraso en el reconocimiento de riesgos para la salud.

7. Los intereses económicos [tácticas dilatorias por las grandes corporaciones son bien conocidas de – el retraso mantiene las ganancias y hace caso omiso de asumir la responsabilidad. Todos somos prescindibles para las ganancias corporativas].

8. El campo de la neurología ha tardado en considerar las causas [¿cuántos investigadores independientes quedan que no tienen ningún vínculo con las empresas farmacéuticas / químicas?].

Entre todas estas razones valiosas para no hacer frente a esta crisis humana, la que el doctor Kilburn ha abordado directamente, el asalto crónica de la respiración / absorción de estos miles de millones ahora de toneladas de peligrosos productos químicos en aerosol y los metales pesados por más de una década sin nuestro consentimiento. Cuando uno no busca o sabe las principales causas, otros temas pueden ser culpados. Esto, además del silencio de un gobierno o de la negativa a responder y la complicidad de los medios de comunicación corporativos, hacen una combinación muy peligrosa que nos pone a todos en situación de riesgo grave todos los días. Dado que la función del cerebro se ve disminuida, y otras cosas son culpa de esto, cualquier población es más fácil “de controlar.”

La investigación del Dr. Kiburn muestra claramente que los productos químicos afectan y perjudican gravemente el cerebro [y, por tanto, la función cognitiva]. Productos químicos, especialmente un ataque diario con químicos tóxicos durante muchos años- puede dañar nuestra capacidad para pensar con claridad. Incluso si encontramos difícil de creer, la evidencia está ahí. El doctor Kilburn ha ampliado este ensayo en el primer libro a la investigación: “Lesión Cerebral Química” (publicado en 1998). El doctor Kilburn señala:

La preservación del cerebro representa la única posibilidad de supervivencia para la humanidad. El encontrar en muchas partes del país y en muchos pacientes que su función está erosionada seriamente por los productos químicos, productos químicos que se han introducido en el medio ambiente, básicamente, en los últimos 50 años, es una mala noticia de hecho (18).

Parece casi increíble que millones / miles de millones de personas podrían mirar al cielo y no notar los cambios dramáticos que han tenido lugar, por ejemplo, a mediados de la década de 1990. Entonces nuestro cielo era de un azul magnífico. Las nubes eran de una hermosa variedad de formas. El sol era glorioso. Pero las personas menores de 30 años, no puede tener un verdadero sentido de recogimiento de mirar todos los días y ver esta magnificencia panorámica. La mayoría de ellos están demasiado ocupados en el chat o mensajes de texto en sus teléfonos celulares. Hay otras cuestiones a considerar, así: La gente está en sus zonas de comodidad, y niega emociones humanas muy poderosas. En el bullicio de la ciudad (ahora muy a la mano y poco tiempo de reflexión), ¿cuántas personas miran al cielo? También se necesita valor enorme, uno muy profundo, voluntad interna para examinar las motivaciones políticas corporativas de medios controlados, y la búsqueda de las verdaderas respuestas. Para volver a examinar lo que creemos saber, sobre la base de nuevas pruebas, se debe tener una voluntad de pensar fuera de la caja proverbial, a querer encontrar la verdad, no por el omnipresente doble lenguaje orwelliano que impregna nuestra sociedad. Si todo en nuestra rutina diaria desmiente lo que está pasando en realidad, se requiere fortaleza para explorar lo desconocido, a la pregunta de la letanía.

Otra persona valiente es el Dr. Michael R. Castillo, que sigue ocupándose de la cuestión de la toxicidad de las Trillas Químicas. El es un Químico en Polímeros entrevistado con frecuencia y ha escrito artículos sobre los peligros de las Trillas Químicas. El Dr. Castillo también ha escrito un documento pionero, la Declaración Universal de Ley de Preservación de la Atmósfera [UAPA]. Este documento ha estado en el Congreso desde 2008, pero está atado en la comisión que lo estudia. La única manera de tener esta pieza fundamental de la legislación aprobada es tener verdaderos representantes del Congreso (en lugar de los grupos de presión corporativos). Ver: http://anticcorruptionsociety.files.wordpress.com/22010/04/the-unified-atmospheric-preservation-act.pdf

Teniendo en cuenta estas cuestiones, ya que el colapso de nuestra sociedad tiene muchos niveles diferentes de mentiras, la debacle financiera, las mentiras y el engaño del gobierno y la Reserva Federal de culpar a la gente de la pesadilla hipotecaria de vivienda, el Estado Policía emergente, los desastres que sobre nuestro frágil el medio ambiente se convierten cada vez más difíciles, sólo para mantener una rutina diaria y sobrevivir a la depresión económica y sus consecuencias a diario. Los principales medios hacen su papel de apoyo y nos engañan. Millones, como los lemmings proverbial, se apresuran a unirse a la desaparición del grupo. Hay innumerables ejemplos históricos de esta locura colectiva. Nosotros, Homo sapiens [sic hombres, sabios?] no hemos aprendido las lecciones de 5.000 años de historia. Esto se debe a que cada nueva generación de líderes políticos corruptos (a menudo vinculados históricamente a los anteriores) no tiene el interés real como parte fundamental de su práctica política. Además, no hay principio de precaución en su lugar. (19) No es como el juego político de decepción funciona. La precaución no es parte de una ecuación que está equivocada desde el principio. Los seres humanos son ingenuos y quieren creer los engaños que les cuentan.

Para añadir a esta ya pesada carga, el pedir a personas desinformados, aunque supuestamente “bien educadas” [¿Qué es lo que realmente significa, ya que en gran parte de nuestra educación superior se ha omitido lo que el profesor Peter Dale Scott llama “eventos políticos profundos” que nunca entran en nuestros libros de historia? La gente nunca llega a reconsiderar lo que ellos piensan que saben acerca de lo que realmente está pasando, esto toma fuerza interior enorme. Se requiere valor profundo. La base de este “valor” en realidad significa la creación de nuevas vías sinápticas en el cerebro. Sin ellas, nos sentimos asustados, nerviosos … porque las nuevas sinapsis aún no se han creado. Se necesita repetir el esfuerzo, y, por tanto, una nueva sensación de comodidad, para crear estas nuevas sinapsis.

Si, sin embargo, millones de personas ya se encuentran en productos farmacéuticos con receta para “calmarlos” [a largo plazo, qué se esta haciendo a su capacidad para pensar con claridad?] Y, además, están respirando el aire envenenado lleno de productos químicos que distorsionan la mente, entonces tiene alguien la capacidad de pensar? ¿Cómo puede alguien sentirse bien y seguro, si el aire que respiramos es deliberadamente envenenado y está afectando a nuestra capacidad de pensar de manera convincente? Es ya evidente que nadie en cualquier capacidad oficial está dispuesto a decir la verdad. Es como Diógenes, el griego antiguo, que buscaba una persona veraz. Nadie parece tener el deseo o valor, o la autoridad para detener esta intoxicación masiva, ya que es el plan secreto de la élite privilegiada para deliberadamente destruir todo lo que una vez conocieron.

Nuestros derechos humanos fundamentales, constitucionales y las leyes internacionales son papel mojado. Estos derechos y las leyes han sido desgarrados por los responsables. Se ha hecho a escondidas. Tenemos que organizarnos con toda tranquilidad. Pacíficamente es la palabra operativa. Si estos ataques aerosoles muchos hechos por aviones militares y comerciales pueden rociar estas toxinas horribles sobre nosotros, año tras año con impunidad, contra todas las leyes, entonces es absolutamente necesario que se nos organicemos con toda tranquilidad. Como señala Peter Dale Scott en el documental “Imperio Invisible” (Invisible Empire): hay que usar el Internet y nuestra capacidad intelectual pacífica para reunirnos y acabar con esta pesadilla. Es posible hacerlo!

La Dr. Ilya Sandra Perlingieri es autor del libro aclamado, “La Crisis del útero”.