Costarricenses Masivamente en contra de Patrullaje Militar Estadounidense
August 16, 2010
By Luis R. Miranda
The Real Agenda
Agosto 16, 2010
En la más reciente encuesta publicada por una empresa de sondeos en Costa Rica, se confirma que la mayoría de costarricenses no ve con buenos ojos la llegada y permanencia de militares estadounidenses en su país. En semanas pasadas, el Congreso de Costa Rica aprobó permitir la llegada de buques militares, aviones y miles de soldados de marina norteamericanos a tierras costarricenses como parte del patrullaje en la guerra contra el tráfico de narcóticos que en las Américas es principalmente impulsado por Estados Unidos y Colombia.
En la encuesta, cuyos escuetos resultados parciales fueron publicados en un diário local, los costarricenses expresaron su visión desfavorable a la ocupación norteamericana. Del total de personas consultadas, 32 por ciento estiman que la ocupación es perjudicial. El diario no explica porque, o si se questionó a los entrevistados del porque de sus opiniones. Mientras tanto, otro 38 por ciento de los entrevistados expresaron su preocupación de que la llegada y permanencia de los norteamericanos, viola la soberanía costarricense.
En total, 70 por ciento de los ‘ticos’ demostraron su descontento con la llegada y permanencia -en teoría hasta diciembre- de tropas extranjeras. Pero es el 38 por ciento que suena las campanas al vuelo, más que cualquier otro número. La razón es que más de un tercio de los costarricenses están concientes que la invasión estadounidense representa una violación a la soberanía ‘tica’, una posición que hasta hace unas semanas era desconocida. De esta manera, el 57 por ciento que ve la militarización del país con buenos ojos palidece en comparación al 70 por ciento que desaprueba -porcentaje alcanzado sumando 32 por ciento que ve como perjudicial la llegada y estadía de los norteamericanos más 38 por ciento que desaprueba debido a la violación a la soberanía.
Aunque la mayoría de los costarricenses desaprueba la llegada de los norteamericanos, por las razones citadas anteriormente, el 57 por ciento de aprobación deja claro que hay un apoyo considerable. La razón para el apoyo, aunque no es explicada en la publicación, puede ser fácilmente conectada a la inseguridad que los ‘ticos’ experimentan diariamente en sus vecindarios y ciudades. La inseguridad que se ha dejado crecer libremente por varias décadas, durante varios gobiernos que se creyeron la falacia que Costa Rica era la Suiza centroamericana y que nada lo cambiaría. Años después, el hampa, tanto local como extranjero domina las calles y avenidas del país. Carteles de la droga controlan ahora amplias regiones en el sur, norte y caribe. La inacción de una burocracia que a propósito dejó que el país se escapara de las manos, ahora presenta como solución la militarización de un territorio tan pequeño, que la llegada de 7,000 soldados, varios buques de guerra, así como aviones y helicópteros militares es vista como una exegeración y una amenaza a la soberanía de Costa Rica. Sin embargo esto no es nuevo. Es el ya muy conocido modus operandi Hegeliano: problema, reacción solución.
De hecho, el acuerdo de cooperación entre Costa Rica y Estados Unidos no mejoró en nada la situación del tráfico de drogas por el país. Durante la ejecución de este acuerdo, más y más drogas continúan pasando por tierras y aguas ‘ticas’ con destino a México y Estados Unidos. En América del Sur, el trillado Plan Colombia tampoco resultó en nada positivo. Millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses son ‘invertidos’ en una guerra considerada como fallida, pues no ha logrado en muchos años de acción su único objetivo: terminar con el tráfico de drogas del sur del continente al norte, donde se encuentra el mercado más grande de consumo de Cocaína, Crack, Heroína y otras drogas hechas en laboratórios clandestinos con mezclas de ingredientes farmacéuticos.
Como respuesta al tráfico creciente de drogas, Estados Unidos implementó una política de ‘cooperación’ que consiste en invadir territorios soberanos para supuestamente detener la circulación de drogas por el continente, pero ni la marina, ni el ejército -al mando del Comando Sur (SOUTHCOM)- desparramados por todo el continente han logrado el objetivo que se busca.
Los resultados hasta ahora publicados por la encuesta de la casa UNIMER, no solo revelan la oposición mayoritaria de la gente en Costa Rica a la ocupación, sino también la fatiga de los ‘ticos’ a ‘lo mismo de siempre‘. Aunque la nueva presidenta llegó con bombos y platillos, como suelen llegar todos los mandatarios, ella no fue capaz de reconocer la falta de liderazgo de los últimos gobiernos y proyectar un plan claro sobre que hacer al respecto de la inseguridad en el país. La señora Chinchilla prefirió prorrogar la política de aceptar dádivas y hasta sacrificar la soberanía de Costa Rica participando en una guerra contra las drogas que ha probado ser un completo fracaso.
Otra conclusión que se desprende de la encuesta es que el 57 por ciento de los ‘ticos’ que dieron su apoyo a la intervención militar desconocen el fracaso de la actual guerra contra las drogas, que es en gran parte responsable por la quiebra de los Estados Unido de América. La política de ocupación vació los cofres del gobierno, que de por si no tenía ni tiene dinero alguno. Del mismo modo, la historia demuestra que los países que sacrifican libertad y soberanía a cambio de ‘seguridad’, terminan perdiendo ambas. Lo que este 57 por ciento debería demandar es una política clara contra el hampa, y no la aceptación de regalías. Aunque el sistema democrático es odioso, pues sujeta a grandes cantidades de ciudadanos a los deseos de otros, esperemos que en el caso de Costa Rica la voz de la mayoría -que esta vez parece ser más sabia que en el pasado- se escuche más fuerte que nunca; y que esta voz despierte a la minoría que duerme en los brazos de la ignorancia.
Artículos relacionados:
Costa Rica Occupied by U.S. Military *UPDATE*
Costa Rica Occupied: Congress Surrenders Sovereignty to U.S. Army